CDMX.- Chiapas enfrenta un posible conflicto civil bajo el liderazgo de Rutilio Escandón, quien ha sido encubierto durante años. La presidenta Claudia Sheinbaum necesita demostrar que su administración no ignorará los problemas, a diferencia de su predecesor, asegura un analista.
El analista resalta la urgencia de que la Presidenta enfoque su atención en las comunidades de Chiapas, que han sido dejadas en el abandono, donde los residentes sufren por la alianza entre criminales y autoridades.
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“Una alianza de crimen organizado con autoridades estatales y políticos está llevando a desplazamientos forzados en busca de tierras que las comunidades zapatistas han cultivado durante décadas, lo que podría activar un conflicto armado”, advierte un análisis reciente.
El politólogo menciona las preocupaciones expresadas sobre la creciente tensión en Chiapas, citando una publicación que alerta sobre la guerra civil que podría estarse gestando.
Los informes sobre la situación en Chiapas no son “exagerados ni alejados de la realidad”, confirmados incluso por comunicados del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
El EZLN ha destacado que recientes amenazas hacia los habitantes del poblado zapatista “6 de Octubre” están surgiendo de grupos en Palestina, quienes buscan despojarlos de sus tierras cultivadas durante más de 30 años.
Se alega que estos grupos operan en conjunto con autoridades locales y estatales.
“Las autoridades de Palestina indican que cuentan con el respaldo de gobiernos municipales y estatales, y tienen la instrucción de proporcionar documentación que respalde la propiedad sobre tierras despojadas”, se indica en el comunicado.
Respecto a la situación en “6 de Octubre”, se coincide en que se trata de “un punto crítico en esta escalada de violencia” en la región, donde los zapatistas se enfrentan a la pérdida de sus tierras y recursos.
Además, este domingo se reportó el asesinato del sacerdote y activista Marcelo Pérez Pérez, quien fue atacado al salir de misa en San Cristóbal de las Casas.
CON AMLO, ‘EL SILENCIO INSTITUCIONAL FUE CRIMINAL’ EN CHIAPAS
Se sostiene que durante la administración de López Obrador, “el silencio institucional fue criminal” en Chiapas, región en disputa por cárteles de la droga, lo que también implicó a funcionarios militares que, según denuncias, han tomado partido por esos grupos.
Chiapas, que limita con Guatemala, está gobernado por Escandón, quien es considerado parte del grupo que apoyó a López Obrador desde sus inicios.
La situación de violencia e ingobernabilidad en Chiapas ha sido evidente; desde hace dos años se han alzado voces en medios de comunicación advirtiendo sobre el aumento del crimen organizado, aunque estas advertencias fueron desestimadas.
“Las alertas sobre la tragedia en Chiapas llevaban casi dos años sin ser atendidas, mientras se abandonaban las comunidades y se ignoraban las señales del avance del crimen”, se comenta.
La crisis que enfrentan las comunidades de Chiapas exige una intervención decisiva de la Presidenta, quien debe terminar con la protección que su predecesor brindó a Escandón.
“La continuidad de las políticas que garantizaron la protección de Escandón no puede ser parte del nuevo enfoque propuesto por Sheinbaum”, se argumenta.
Además, se critica que Chiapas, antes una barrera contra el crimen organizado, se ha convertido en un territorio controlado por tres cárteles.
Se enfatiza que el futuro de la situación depende de si Sheinbaum decide actuar o “mantiene el mismo enfoque de su mentor, permitiendo que la criminalidad continúe su avance” en el país.