El nombre de Marcelo Barticciotto destaca como una de las leyendas más grandes del fútbol chileno.
Bruno Barticciotto, actual delantero de Santos, lleva el fútbol en la sangre gracias a su padre, Marcelo Barticciotto, una figura emblemática del balompié chileno que tuvo una carrera dorada.
Marcelo Pablo Barticciotto Cicaré nació el 1 de enero de 1967 en Avellaneda, Argentina, y comenzó su carrera profesional en Huracán a los 20 años en 1987. Sin embargo, su vida cambiaría drásticamente con una decisión que lo llevaría a un nuevo país.
Marcelo Barticciotto: De desconocido a ídolo en Colo Colo
En 1988, a los 21 años, Marcelo fue invitado a unirse a Colo Colo, una propuesta que inicialmente no lo entusiasmó. Sin embargo, esta decisión definiría su carrera, ya que aceptó el reto, se trasladó a Chile y, en ese mismo año, obtuvo la nacionalidad chilena por gracia del Senado.
Barticciotto, conocido por su habilidad, rapidez, capacidad para regatear y ser un rematador ambidiestro con gran visión de juego, marcó el primer gol oficial en el recién inaugurado Estadio Monumental. Su destreza le valió el cariño del público, gracias a sus goles, victorias y campeonatos.
El delantero logró ser Campeón de Chile en siete ocasiones con Colo Colo (89, 90, 91, 96, 97, 98 y 2002) y conquistó la Copa Libertadores en 1991, donde anotó un memorable gol contra Boca Juniors en semifinales. El único trofeo que le faltó fue la Copa Intercontinental, pero su legado estaba más que asegurado.
Su etapa en Club América y regreso a Colo Colo
En 1993, Barticciotto fue transferido a Club América, donde su experiencia fue muy diferente a la de Colo Colo. A pesar de la alta expectativa, su rendimiento fue inestable, anotando solo 3 goles en 33 partidos, lo que llevó a su regreso a Colo Colo en 1996.
Al regresar en 1996, Marcelo recuperó su mejor forma y ayudó al club a ganar tres campeonatos nacionales y la Copa Chile.
Finalmente, en 2002, logró su séptimo y último título nacional con los albos, y el 11 de enero de 2003, “Barti”, quien llegó en 1988 con incertidumbres, se despidió del fútbol profesional ante 50 mil fanáticos que coreaban su nombre, consagrándose como un ídolo en Colo Colo.
Actualmente, el exdelantero comparte su experiencia como comentarista en diversos espacios deportivos.