El saldo acumulado de los dos principales fondos de estabilización en México ha disminuido significativamente en los últimos seis años, según datos de la Secretaría de Hacienda. Al cierre de 2018, los Fondos de Estabilización de Ingresos Presupuestarios (FEIP) y de Estabilización de Ingresos de Entidades Federativas (FEIEF) sumaban un total de 495 mil 140 millones de pesos. Sin embargo, a finales de septiembre de 2024, esta cifra apenas alcanzó los 63 mil 692 millones, evidenciando una caída real del 87 por ciento.
El FEIP actúa como un ahorro destinado a enfrentar emergencias, como la crisis provocada por el COVID-19, y es crucial para mantener la estabilidad económica del país. Su función principal es compensar la caída en los ingresos estimados, evitando así recortes al gasto público o un aumento en la deuda. Por su parte, el FEIEF busca garantizar que los ingresos de las entidades no se vean afectados por una menor recaudación participable.
Al 30 de septiembre pasado, el saldo del FEIP fue de 50 mil 805 millones de pesos, mientras que el FEIEF contabilizó 12 mil 887 millones, lo que representa caídas reales del 98.2 y 89 por ciento, respectivamente, en comparación con el cierre de 2018.
Expertos advierten que la falta de un saldo adecuado en estos fondos puede generar presión sobre las finanzas públicas. En caso de una caída inesperada en los ingresos, el Gobierno podría verse obligado a recurrir a la emisión de deuda para reabastecerlos, como sucedió en 2020 durante la pandemia.
Las actuales tasas de interés elevadas incrementan el costo financiero de la deuda, lo que limita los beneficios de su uso. Además, la desaceleración económica compromete las metas de ingresos para 2025, subrayando la importancia de los fondos de estabilización para enfrentar sorpresas fiscales.
La Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria estipula que si el Banco de México genera remanentes de operación, el 30 por ciento debe destinarse al FEIP. Por lo tanto, el Consejo de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) ha recomendado que estados y municipios incrementen su recaudación para fortalecer ambos fondos y promover una mayor transparencia en su uso.