La ciudad de Saltillo refleja su rica herencia indígena, aunque muchas tradiciones han sido olvidadas con el tiempo.
A lo largo de los años, las autoridades de Saltillo han adoptado la práctica de cambiar los nombres de las calles, desviando su atención de asuntos más urgentes.
Estos cambios a menudo confunden a los residentes, quienes se ven obligados a recordar nuevos nombres para calles en las que han vivido toda su vida. Además, también deben enfrentar la molesta tarea de actualizar documentos, realizar trámites y ajustar cuentas de servicios públicos. Este proceso puede ser un verdadero dolor de cabeza.
TE PUEDE INTERESAR: Se inaugura un nuevo centro comunitario en Monclova.
Lo más preocupante es que, al cambiar los nombres de las calles, se erosionan tradiciones y se olvidan figuras históricas que han sido representadas en las placas. Lamentablemente, muchos nombres de origen náhuatl han desaparecido, aunque algunos todavía se mantienen, preservando así un valioso legado cultural e histórico.
Esta herencia de nuestros antepasados tlaxcaltecas ha ido desvaneciéndose a lo largo del tiempo, aunque algunos nombres han logrado resistir el paso del tiempo y de las decisiones políticas.
¿Se ha preguntado alguna vez qué significan esas palabras ancestrales que aún persisten en nuestras calles? Cada nombre encierra una historia, un legado y un significado que nos conecta con nuestras raíces. Al caminar por ellas, seguimos tocando partes de nuestro pasado.
Historiadores y cronistas solían pensar que el nombre Coahuila derivaba de “coatl” que significa serpiente y “huilana”, que implica volar o moverse. Pero esta interpretación fue desmentida por un estudioso local.
TE PUEDE INTERESAR: La comunidad LGBTIQ+ enfrenta una doble discriminación.
Este investigador aclaró que Coahuila significa en realidad un lugar lleno de árboles o un bosque. En 1942, se presentó una iniciativa para adoptar un escudo de armas oficial que fue aprobada el 23 de octubre de ese año, representando esta rica interpretación.
El escudo del estado, ideado por este historiador, incluye el nombre completo: Coahuila de Zaragoza, honrando al general Ignacio Zaragoza, reconocido por su papel en la Batalla de Puebla el 5 de mayo de 1862.
En la parte inferior del escudo se representa un río, un nogal, y un sol naciente, simbolizando el río Monclova, un lugar clave en la historia de la región.
UNA HERENCIA CULTURAL
La palabra “cuauchichil” proviene del náhuatl y se puede descomponer en dos partes: “cuauhtli” que significa árbol y “chichiltic”, que alude a un color rojo, refiriéndose a una práctica cultural de un grupo indígena.
Los guachichiles, uno de los más grandes grupos chichimecas, fueron conocidos por su resistencia durante la conquista española en el norte de México.
TE PUEDE INTERESAR: Proyecto turístico para Boquillas del Carmen.
En la región abundaban manantiales, razón por la cual “Zapalinamé” se puede interpretar como “lugar de zapotes”. Este área montañosa tiene un valor natural y cultural significativo.
La Sierra de Zapalinamé es reconocida por sus esfuerzos en conservación ambiental, un recurso vital que debemos proteger.
UN LÍDER PACIFICADOR
Zapalinamé fue un líder que optó por la paz evitando la pérdida de vidas de su clan. Este personaje merece ser recordado en nuestra ciudad.
NOMENCLATURAS HISTÓRICAS
Entre las calles que aún conservan sus nombres originales se encuentra “ahuízotl”, que se refiere a una criatura mítico-acuática en la cosmovisión mexica.
TE PUEDE INTERESAR: Ecoparque Monclova organiza evento astronómico.
El nombre “ahuízotl” significa “espinoso del agua”, evocando su conexión con lagos y ríos en la mitología mexica.
La palabra “Cuauhtémoc” se relaciona con el último emperador azteca, simbolizando resistencia y fortaleza en la historia de México.
El término “Mixcoac” se interpreta como “lugar de serpientes”, reflejando su significado cultural y geográfico.
UN NOMBRE CON SIGNIFICADO
La calle “Moctezuma Xocoyotzin” se llama así en honor al emperador conocido por su resistencia, destacando el valor histórico de este nombre.
Asimismo, “Mixcalco” significa “casa de mezquites”, una fuente de alimento para los nativos de la región.
El vocablo “Xicoténcatl” significa “cara de abejorro”, reflejando la riqueza lingüística de nuestro legado indígena.
El nombre “Mazatlán” se traduce como “lugar de venados”, destacando la conexión de la zona con la fauna local.
La palabra “Tacubaya” significa “lugar donde se juntan las aguas”, indicando su relevancia en la geografía de la gran Tenochtitlán.
PÉRDIDA DE NOMBRES HISTÓRICOS
Nombres como “Coyoacán” y “Cuitláhuac” representan la historia que se pierde con el tiempo.
La calle “Guanajuato” también ha cambiado, mostrando la evolución de la nomenclatura en la ciudad.
Los nombres de las calles nos conectan con nuestra herencia cultural. Es esencial recordar y honrar estas historias para preservar nuestra identidad.
TE PUEDE INTERESAR: El clima en Saltillo y Monterrey este fin de semana bajo influencia de frentes fríos.