Si decide votar el 1 de junio por los 108 puestos del Poder Judicial local y los 50 cargos del Poder Judicial federal, es esencial que se informe adecuadamente. Observe más allá de los candidatos que se presentan como “un chicharrón bien preparado para impartir justicia” o “Dora, la transformadora de la justicia”. También, tome precaución con aquellos que utilizan el reguetón para transmitir un mensaje que asegure que la transparencia y la verdad son su legado, o con quienes expresan su amor por el Tribunal, ponderando la Constitución como el protector de nuestros derechos. En este panorama electoral, es probable que aparezcan candidatos disfrazados de vaquero o “cowboy-rodeo”, recitando el decálogo del buen abogado mientras suena una melodía popular.
Al momento de votar, considere los riesgos que enfrenta nuestro país: su voto podría contribuir al debilitamiento de la independencia judicial y la división de poderes, generando incertidumbre jurídica y operativa, poniendo en riesgo la capacidad técnica de tribunales especializados y afectando la relación con el T-MEC y el nearshoring, además de concentrar el poder en el Ejecutivo.
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Antes de emitir su voto, es importante considerar que “seis de cada 10 coahuilenses perciben negativamente a las autoridades de justicia en Coahuila; 54 por ciento opina que su labor ha empeorado en la última década (ya que el 71 por ciento sostiene que no se respetan los derechos de las víctimas).
Si está frente a la urna y ha evaluado estos aspectos, tenga en mente las cuatro implicaciones de su voto: 1) “Habrá incertidumbre institucional. La transición será prolongada y costosa para el gobierno”. 2) “Se desmantelará el sistema de contrapesos. La eliminación de órganos públicos autónomos llevará a un nuevo régimen donde el próximo gobierno poseerá más poder y menos contrapesos, facilitando la aprobación de reformas previamente rechazadas.”
3) “La justicia se politizará, abriendo la puerta a perfiles inexpertos y politizados en cargos judiciales. La coalición gobernante y poderosos agentes económicos podrán influir en la selección de jueces, priorizando criterios subjetivos sobre la experiencia.”
4) “El clima de negocios se verá afectado, ya que la incertidumbre jurídica podría reducir la atracción hacia México, impactando el nearshoring y complicando la revisión del T-MEC. La concentración del poder estatal no necesariamente significa mayor eficiencia.”
Si ha decidido actuar más allá del bien o del mal y está por introducir su voto a la urna, es crucial recordar que esta reforma, impulsada por una visión populista, no mejorará la impartición de justicia ni reducirá la corrupción. Debilitará la autonomía de los jueces, permitiendo al Ejecutivo ejercer control sobre ellos, y la impunidad persistirá, en un contexto donde solo el 14% de los delitos denunciados se resuelven y el 99% de las desapariciones continúa sin justicia.
Esto es claro: “La Reforma Judicial no aborda el funcionamiento de los Ministerios Públicos y no resuelve el problema de la puerta giratoria dentro del sistema de justicia, perpetuando la impunidad en temas penales.”
La decisión de votar o no este 1 de junio recae en usted, estimado lector. Sin embargo, es vital que comprenda el contexto y las consecuencias de su voto, que contribuirán a forjar un nuevo país.