De acuerdo con ONU-Habitat, el concepto de “ciudad esponja” se presenta como un modelo innovador para mejorar los “suministros de agua urbanos a gran escala”, enfocándose en implementar “enfoques de infraestructura verde en paisajes urbanos, principalmente para aumentar la disponibilidad de agua”.
El desarrollo de ciudades esponja permite abordar el desafío de evitar inundaciones urbanas a través de acciones que optimizan la conservación del agua de lluvia para su reutilización.
El organismo destaca la necesidad de aplicar soluciones basadas en la naturaleza, como techos verdes, pavimentos permeables y la restauración de ecosistemas acuáticos, para mitigar los efectos adversos de la urbanización en los entornos naturales.
Adicionalmente, se menciona que los jardines pluviales y “sistemas de biorretención” son fundamentales para recolectar y purificar la escorrentía de agua de lluvia, asegurando su regreso al sistema natural y su almacenamiento para riego y limpieza durante la sequía.
La adopción de estrategias de infraestructura verde es esencial, no solo para mejorar la gestión del agua y garantizar la seguridad hídrica, sino también para propiciar beneficios colaterales que son cruciales para el desarrollo sostenible. No obstante, aunque estas soluciones son valiosas, no son la única respuesta para un futuro urbano más equitativo y seguro.
PRIMERA CIUDAD ESPONJA EN CHINA
La iniciativa de ciudades esponja se originó en China, donde se tiene como meta que para 2030, el 80% de las áreas urbanas sean capaces de absorber y reutilizar al menos el 70% del agua de lluvia. Un ejemplo destacado es el parque de aguas pluviales de 34 hectáreas en Harbin, que ilustra cómo una ciudad esponja puede recoger, limpiar y almacenar agua de lluvia.
Este parque no solo protege el medio ambiente, sino que también ofrece un espacio recreativo atractivo para la comunidad. En 2016, el gobierno chino reconoció a 16 ciudades piloto, brindándoles apoyo financiero para implementar estrategias innovadoras que convertirían estos lugares en “Ciudades Esponja”.
El diseño de ciudades esponja, impulsado por arquitectos y urbanistas, se centra en transformar áreas urbanas en espacios permeables que ayudan a gestionar el agua de manera eficiente. Durante una entrevista, se explicó que los modelos urbanos actuales tienen deficiencias frente a situaciones extremos, y aboga por un enfoque que integre la naturaleza en la planificación urbana.
Los problemas que este modelo busca resolver incluyen la escasez de agua, la contaminación debido a sistemas de drenaje ineficientes, la degradación de ecosistemas urbanos y la creciente frecuencia de inundaciones urbanas.
Una ciudad esponja aborda estos retos al incluir espacios verdes interconectados, canales y estanques que permiten la filtración natural del agua, además de implementar techos verdes y sistemas de drenaje que promueven la absorción efectiva del agua de lluvia.
CIUDADES ESPONJA EN MÉXICO: UNA SOLUCIÓN CONTRA LAS INUNDACIONES
Recientemente, se ha destacado que México tiene un enorme potencial para implementar ciudades esponja como solución para las inundaciones causadas por intensas lluvias. Con eventos climáticos cada vez más extremos, se solicita a los líderes y ciudadanos adoptar medidas que mitiguen estos desastres.
En caso de que México se transforme en una ciudad esponja, se podría mejorar significativamente la gestión del agua. Este enfoque tiene el potencial de ofrecer un futuro más resiliente y sostenible, convirtiendo la adversidad en una oportunidad para innovar en la infraestructura urbana.