En un evento reciente en Doral, Miami, Donald Trump, candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, participó en un formato de town hall dirigido a votantes latinos. A diferencia de su habitual tono combativo, Trump se mostró calmo y accesible, aunque evitó responder de manera directa a varias preguntas incisivas planteadas por los asistentes.
Uno de los temas clave en la discusión fue la seguridad en la frontera. Trump afirmó que, durante su mandato, Estados Unidos tuvo “la frontera más segura de la historia”, asegurando que la llegada de personas al país se realizaba de forma legal a través de un sistema ordenado. Contrapuso esta afirmación con lo que él describe como el caos actual bajo la administración de Joe Biden y Kamala Harris.
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A pesar de las preguntas directas sobre temas complejos como el cambio climático y las políticas migratorias, Trump optó por no proporcionar respuestas claras. En cambio, redirigió la conversación hacia su mensaje habitual sobre inmigración y seguridad fronteriza, señalando que otros países envían a sus delincuentes y personas con problemas mentales a Estados Unidos.
El ex presidente también afirmó que las comunidades afroamericanas e hispanas están perdiendo empleos debido a la llegada de inmigrantes, reiterando su narrativa de que la inmigración ilegal afecta negativamente a la economía local.
Este enfoque en la frontera y el empleo parece ser una de las estrategias clave para su campaña, tocando temas de preocupación económica y de seguridad que resuenan con su base electoral.
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Además de la seguridad fronteriza, Trump destacó la economía, afirmando que durante su administración alcanzó “la mejor economía de la historia” de Estados Unidos. Aunque este argumento ha sido cuestionado por expertos, quienes mencionan otros períodos de mayor crecimiento, Trump lo utiliza para solidificar su imagen como un líder eficaz en temas económicos.
A pesar de las preguntas difíciles y las críticas, Trump mantuvo un tono moderado y tranquilo en comparación con su comportamiento habitual en otros escenarios políticos. Esta estrategia de comunicación más contenida podría estar destinada a atraer a votantes indecisos, especialmente la comunidad latina que aún no ha definido su postura para las próximas elecciones.