Tres siglos de historia marcan la trayectoria de los presidentes López en México, cuyas decisiones han tenido un impacto significativo en la nación. El primero, Antonio López de Santa Anna, ocupó la presidencia en 11 ocasiones a lo largo de la primera mitad del siglo XIX. Tras perder la guerra contra Estados Unidos, se vio obligado a ceder más de la mitad del territorio nacional, incluyendo áreas que hoy comprenden California, Nevada, y Nueva México, entre otros.
El segundo presidente López, José Guillermo Abel López Portillo y Pacheco, gobernó de 1976 a 1982. Su mandato estuvo marcado por una grave crisis social y una errónea apuesta por la economía basada en los energéticos. A pesar de sus promesas de abundancia, la caída de los precios del petróleo llevó a una profunda devaluación del peso, que pasó de 22 a 70 pesos por dólar, culminando en la nacionalización de la banca y la peor crisis económica en la historia del país.
En el siglo XXI, Andrés Manuel López Obrador asumió la presidencia con la promesa de combatir la corrupción y priorizar a los pobres. Sin embargo, la realidad ha demostrado un crecimiento económico decepcionante y un aumento en la desigualdad. A un mes de su salida, es evidente que su administración no alcanzó las metas de crecimiento prometidas.
Durante su gestión, el costo de vida ha aumentado drásticamente. Prometió gasolina a $10 pesos el litro, pero los mexicanos enfrentan precios superiores a $25. Asimismo, el costo de la electricidad y de la canasta básica ha crecido más de un 100%.
López Obrador también enfrentó críticas por su papel en el aumento del desempleo y la migración hacia Estados Unidos. La corrupción alcanzó niveles alarmantes, con implicaciones que involucraron a familiares cercanos y altos mandos de la administración, quienes se beneficiaron de fondos públicos y programas gubernamentales.
La violencia también ha aumentado, con un alarmante incremento en el número de asesinatos y extorsiones durante su mandato. Se registraron casi 200,000 muertes, y la falta de acción efectiva frente al crimen organizado ha preocupado a la población.
La administración de AMLO dejó a más de 55 millones de mexicanos sin acceso a servicios de salud, lo que ha llevado a la muerte de cientos de niños con cáncer por la falta de tratamientos adecuados. Su gestión también ha sido criticada por la coacción a la libertad de expresión y la manipulación de procesos electorales.
Con el avance de la reforma judicial propuesta, el presidente busca concentrar el poder en una sola persona, eliminando los contrapesos legales que han sostenido la democracia constitucional en el país. Esto pone en riesgo el futuro de México y desdibuja las esperanzas de un mejor porvenir.
¿Estamos despedidos al tercer López? La historia continúa en un momento crucial, y el futuro de la democracia en México pende de un hilo.