Un llamado a todos aquellos que luchan con la adicción al tabaco.
Expresiones comunes de los fumadores:
“Cada quién tiene sus vicios, ¿verdad?”.
“De algo hay que morir”.
“Después de una buena comida, un buen cigarro”.
“¿Por qué dejar uno de mis pocos placeres?”.
“Mi abuelo fumó toda su vida y vivió hasta los 96 años”.
“Sé que es perjudicial, pero me perjudica más no fumar”.
“Sin el cigarro, ya estaría estresado y sin cabello”.
“Si a alguien le molesta que fume, que se haga a un lado”.
“Tal vez me dé cáncer por fumar, pero al menos moriré feliz”.
“Peor que fumar es ser alcohólico, ya que no separo a mi familia ni le hago daño a nadie”.
“Ya no se puede fumar en ningún lugar. Los fumadores somos víctimas de una gran discriminación”.
“Realmente no fumo mucho. ¿Qué hay de malo en una cajetilla al día?”.
“Así como necesito comer, también necesito fumar”.
“El verdadero vicio es no tener ninguno”.
“He tenido tanta fuerza de voluntad que desde hace 25 años no hay un solo día que no fume”.
“Nadie nace libre de vicios; el hombre perfecto es aquel que solo tiene los pequeños, y el mío es fumar, que es un vicio menor comparado con otros más graves”.
“La mejor conversación es la que se tiene con un amigo de verdad y un cigarro en la mano”.
“¿Quién dice que no se puede encontrar felicidad en los vicios? Yo soy feliz cada vez que enciendo un cigarro”.
“Quienes consumen nicotina y alquitrán, sin esfuerzo encontrarán la felicidad”.
“Prefiero morir a dejar de fumar”.
Reflexiones años después…
“Creo que abusé del cigarro”.
“Nunca pensé que fumar fuera tan dañino”.
“Ya no puedo caminar ni una cuadra sin quedarme sin aliento”.
“El cigarro me dejó los dientes amarillos”.
“No sé si es el cigarro o el frío, pero desde hace días he perdido la voz”.
“Debería haber hecho caso a mis hijos cuando me pedían que dejara de fumar”.
“Comencé a fumar para parecer más macho, pero en realidad fui incapaz de negarme a mis amigos”.
“Desearía retroceder a cuando no tenía este mal hábito”.
“Antes me quejaba del precio de los cigarrillos, pero nunca pensé que pagaría con mi vida”.
“Fumar me daba placer, quizás porque no era consciente de que me estaba arruinando la vida”.
“Algunos mueren de enfermedades o accidentes; yo moriré por mi débil fuerza de voluntad”.
“Nunca creí que el placer de fumar se transformaría en una tortura”.
“Ironías de la vida: antes no perdonaba el cigarro después de comer, y ahora el cáncer no me perdona”.
“Sin duda, extrañaré la vida”.