La hacienda “Los Laureles” se destaca como uno de los restaurantes más emblemáticos de Querétaro, ubicado junto a un restaurante de mariscos y un club nocturno, todos conectados por un amplio estacionamiento. El lugar fue escenario de un trágico suceso donde varias personas fueron asesinadas durante la madrugada del domingo pasado, en el interior de una lujosa camioneta Urus de Lamborghini, valuada en más de seis millones de pesos.
El enfoque mediático se centró en dos de las víctimas: Diego Méndez, hijo de José de Jesús Méndez Vargas, conocido como “El Chango Méndez”, fundador del cártel de La Familia Michoacana, y Berenice Méndez, alias “La Bere”. Se ha informado que el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) reclamó la autoría de los asesinatos, en medio de su lucha por el control de la plaza, coincidiendo con el traslado de Méndez padre a Estados Unidos, junto con otros 28 narcotraficantes, como parte de las negociaciones del gobierno mexicano.
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Sin embargo, no se había mencionado a un tercer fallecido, quien aparentemente intentaron desaparecer. Las autoridades de Querétaro empezaron a difundir información sobre la identidad de una segunda mujer como víctima, a pesar de que los reportes iniciales indicaban que era un hombre. Este tercer fallecido sería Justo Rivera, un individuo cercano a Amílcar Olán Aparicio, líder de “El Clan”, una red vinculada a la política y negocios del sector salud.
Personas con conocimiento de “El Clan” aseguran que Justo jugó un papel crucial al impulsar a Amílcar a incursionar en el sector salud. Él fue quien le explicó las ventajas de los pagos inmediatos y los altos márgenes de ganancia.
Amílcar, originario de Tabasco, y Justo, de Chiapas, tienen conexiones políticas que prácticamente los unen, siendo Justo considerado el brazo derecho y operante de Rutilio Escandón, exgobernador de Chiapas y actual cónsul en Miami.
Tras el asesinato de estas personas, el gobierno realizó llamadas a las principales televisoras del país solicitando que se contuviera la difusión de noticias al respecto. Ambas accedieron a la solicitud. Los periodistas locales en Querétaro también experimentaron bloqueos informativos, cuestionándose sobre los motivos del silencio.
Una pista relevante fue proporcionada por un medio de comunicación con sede en la península de Yucatán, que reveló que el tercer asesinado era Justo Rivera y mostró una imagen significativa. Justo aparece junto a la camioneta Urus en el día de su compra. La misma Urus, de placas de Chiapas, fue el lugar donde las víctimas fueron acribilladas.
Este incidente genera múltiples interrogantes: ¿Los asesinos tenían como objetivo a Diego Méndez o buscaban las vidas de aquellos que estaban con él? ¿Por qué las autoridades de Querétaro cambiaron la versión de los hechos? ¿Qué información se está ocultando? ¿Qué intereses están protegiendo desde el gobierno federal al solicitar tales favores mediáticos?
STENT
La liberación de “Don Chuy”, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación en Zacapu, ha expuesto una crisis en la FGR. El fiscal responsable de la fallida captura no asumió la responsabilidad durante la audiencia, y la fiscal que tuvo que enfrentar la situación se mantiene en silencio.