El 2 de agosto, el Secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, anuló el acuerdo previamente establecido con tres individuos acusados de los ataques del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York.
Según el convenio, los acusados se declaraban culpables a cambio de una sentencia de cadena perpetua.
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En un memorando divulgado por el Pentágono, Austin comunicó su decisión de “ejercer su autoridad” para revocar los acuerdos con los acusados: Khalid Shaikh Mohammed, considerado el principal responsable de los atentados, y dos de sus cómplices, Walid bin Attash y Mustafa al-Hawsawi, quienes están detenidos en la prisión de Guantánamo, Cuba.
Además, el Secretario de Defensa destituyó a la general de brigada Susan Escallier de su rol supervisor en el caso, quien había negociado el acuerdo con los acusados.
“A la luz de la importancia de la decisión de llegar a acuerdos previos al juicio con los acusados, he determinado que la responsabilidad de dicha decisión debe recaer en mí”, afirmó Austin en el memorando.
El acuerdo de culpabilidad había evitado la posibilidad de una condena a muerte; sin embargo, con esta decisión, esa opción vuelve a estar sobre la mesa.
ACUSADOS HAN ESTADO RETENIDOS SIN JUICIO DESDE 2003
El caso ha estado rodeado de más de una década de procedimientos previos al juicio, centrados en si las torturas sufridas en cárceles secretas de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) habían contaminado las pruebas en su contra.
Los detenidos enfrentan cargos como organizadores de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001. En esa fecha, 19 hombres secuestraron cuatro aviones comerciales: dos fueron estrellados contra las Torres Gemelas en Nueva York, uno contra el Pentágono, en las afueras de Washington, y el último en un campo en Pensilvania.
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Además del cargo de conspiración, se les acusa de asesinatos en violación de la ley de guerra, ataque a civiles y terrorismo.
Mohammed, un ingeniero educado en Estados Unidos, ha sido acusado de idear el plan para secuestrar aviones y estrellarlos contra edificios.
Los fiscales alegan que presentó la idea a Osama bin Laden en 1996 y luego ayudó a entrenar y dirigir a algunos de los secuestradores.