Daniel Cantú Iris, originario de Saltillo, fue reportado como desaparecido a la edad de 23 años el 21 de febrero de 2007. A lo largo de 18 años desde su desaparición, su familia sigue demandando justicia y respuestas, manteniendo viva la esperanza de encontrarlo.
Con motivo del aniversario de su desaparición, su madre, Diana Iris, lideró un evento en la Escuela de Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Coahuila, recordando la lucha incesante que ha mantenido desde aquel día en que perdió contacto con su hijo.
El conversatorio también contó con la participación del alcalde de Saltillo, Javier Díaz, la directora de la escuela, Machelly Flores, grupos de búsqueda, familiares de otros desaparecidos, y representantes de organizaciones que trabajan por los desaparecidos en México.
“Seis mil 570 días sin escuchar la voz de Daniel, sin sentir su abrazo. Aquí estoy, alzando la voz y exigiendo saber dónde está, qué le hicieron. Necesitamos hacer memoria, porque si no lo hacemos, los errores se repiten”, expresó Diana entre lágrimas.
Durante el evento, se recordó a Daniel como un ciclista destacado y disciplinado, cuyas contribuciones al deporte fueron reconocidas a nivel local y nacional. Su trayectoria de 10 años en el ciclismo le valió el segundo lugar en el Premio al Deporte en 1994, donde también recibió una mención honorífica.
El alcalde recordó el evento y elogió la dedicación de Daniel, afirmando que el reconocimiento inicial ayudó a impulsar las carreras deportivas de ambos. “Daniel fue un joven ejemplar, disciplinado y un buen ciudadano”, dijo el edil.
Según datos del Observatorio sobre Desaparición e Impunidad en México, el 21 de febrero de 2007, Daniel y dos acompañantes se dirigían a una mina de mármol en el Ejido Paredón, Coahuila, cuando se perdió toda comunicación con ellos. Las denuncias interpuestas por sus familias no han arrojado resultados hasta la fecha.
Diana Iris se ha convertido en una activista incansable en la búsqueda de respuestas. La desaparición de Daniel no solo afectó a su familia, sino que también significó la pérdida de sueños y aspiraciones del joven, quien se había graduado como Ingeniero Industrial del Instituto Tecnológico de Saltillo.
“¡Daniel presente, ahora y siempre!” fue el grito que resonó al finalizar el evento, acompañado de un video que mostraba fotografías de Daniel durante su infancia y adolescencia, junto con momentos de su madre en la búsqueda desde su desaparición.