El presidente Javier Milei realizó un fuerte discurso este martes en la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York, atacando directamente el fundamento del multilateralismo mundial.
Ante líderes globales, afirmó que la ONU impulsa políticas “socialistas” y es “incapaz” e “impotente” para resolver conflictos a nivel internacional, y anunció que “Argentina dejará atrás su postura de neutralidad histórica” para posicionarse “a la vanguardia de la defensa de la libertad.”
Fiel a su estilo, Milei criticó duramente varias iniciativas de la ONU en un discurso que no excedió los 15 minutos, desafiando décadas de diplomacia argentina.
El presidente también mencionó la actuación de la ONU respecto a la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas, coincidiendo con el anuncio de un acuerdo con el Reino Unido para restablecer vuelos a las islas desde San Pablo, con escala en Córdoba.
“La organización no ha cumplido su misión de proteger la soberanía territorial de sus miembros, como lo sabemos quienes vivimos el tema de las Islas Malvinas”, señaló, sin reclamar formalmente el territorio, algo habitual en los discursos de mandatarios argentinos.
“Soy un economista liberal libertario, no un político. Asumí la presidencia ante el fracaso de más de un siglo de políticas colectivistas”, se presentó Milei ante la audiencia.
Sin rodeos, declaró: “Vengo a decirle al mundo lo que sucederá si la ONU sigue impulsando políticas colectivistas bajo la Agenda 2030”, refiriéndose al pacto global que busca abordar desafíos como el cambio climático y la inclusión social. Argentina se “disoció” de este acuerdo el domingo.
“Con el tiempo, esta organización perdió de vista sus principios fundamentales y se transformó”, continuó Milei, criticando cómo la ONU ha evolucionado hacia un modelo de gobierno que pretende dictar cómo deben vivir todos los ciudadanos del mundo.
Milei expuso que el mandato original de la ONU ha sido sustituido por un modelo que intenta imponer un estilo de vida determinado a nivel global.
Señaló que “la Agenda 2030, aunque bien intencionada, es en realidad un programa que atenta contra la soberanía de los Estados-nación y vulnera derechos fundamentales”.
Al referirse a la actuación de la ONU, enfatizó que “sistemáticamente se ha votado en contra de Israel, el único país en Medio Oriente que defiende la democracia liberal” y criticó la incapacidad de la organización para hacer frente al terrorismo.
“La ONU ha demostrado ser impotente ante conflictos globales, como la invasión rusa a Ucrania, mientras se ocupa de imponer qué deben hacer los países en desarrollo”, agregó.
“Bajo el discurso de la defensa de los derechos humanos, se han permitido acceder a este consejo a regímenes opresores como los de Cuba y Venezuela, sin cuestionamientos”, añadió.
Milei sostuvo: “Estamos en un punto de inflexión. Los discursos de moralidad han chocado con la realidad, y dejan mucho que desear en cuanto a soluciones reales”.
Presentó la nueva postura de Argentina, subrayando la defensa de la vida, la propiedad y la libertad de expresión y culto.
“La Agenda 2030, a pesar de su buena fe, es un intento de solucionar problemas complejos a través de legislaciones que los agravan”, enfatizó Milei.
“Argentina no respaldará políticas que restrinjan libertades individuales o violen derechos naturales, independientemente de quién las promueva”, reiteró el Presidente.
“Deseamos manifestar nuestra oposición al Pacto del Futuro firmado el domingo”, indicó, y propuso la creación de una nueva “Agenda de la Libertad.”
Anunciando un cambio significativo en la política internacional, aseveró que “Argentina abandona su histórica neutralidad y se posicionará en la defensa de la libertad.”
Milei concluyó su contundente discurso con su frase emblemática: “¡Viva la libertad, carajo!”