La selección española sufrió un descalabro en su regreso a la competición, luego de 53 días de haber conquistado la Eurocopa más brillante de su historia. En un encuentro disputado en Belgrado contra Serbia, la figura emergente fue Lamine Yamal, quien destacó, pero no pudo evitar que el equipo de Luis de la Fuente frenara su racha de 13 victorias consecutivas en partidos oficiales. La falta de goles, a pesar de un sólido segundo tiempo, fue determinante en este resultado.
Convertida en la selección a vencer tras su éxito en la Eurocopa, España enfrentó el reto de mantener su excelencia en un contexto desafiante.
La defensa de su título en la UEFA Nations League representa una nueva oportunidad para esta generación ambiciosa, que buscaba extender su buen momento. El enfrentamiento con Serbia, un rival fuerte que aún guardaba rencor tras su frustración en Alemania, fue una prueba de su capacidad.
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Sin Rodri en el centro del campo, Unai Simón bajo los palos, y Morata como delantero, la selección mantuvo una columna vertebral sólida a pesar de las ausencias de jugadores clave. Nico Williams y Lamine Yamal, aunque resintiéndose de pequeñas lesiones, ofrecieron su velocidad y creatividad por las bandas, mientras que Dani Olmo y Fabián trataron de generar juego, aunque sin el respaldo necesario en defensa, donde España mostró vulnerabilidades ante la rapidez serbia.
La falta de acierto, especialmente por parte de Jovic, no castigó a España, que experimentó dificultades en el repliegue cuando Serbia aprovechó cada error. A pesar de un rendimiento aún por debajo del mostrado en la Eurocopa, España se fue recuperando en el manejo del balón.
Sin la presión de un estadio lleno, Carvajal, estrenando el brazalete de capitán, mostró su peligrosidad en ataque, con intentos de centro y tiros desde fuera del área.
La entrada de Nico y Yamal inyectó velocidad al juego, pero hubo fallos en la transición que permitieron a Serbia acercarse con peligro. Yamal comenzó a atraer rivales y a elegir bien sus acciones, aunque la estrategia no parecía satisfacer a De la Fuente, que realizó ajustes en el descanso.
En la segunda mitad, España tomó el control del partido, logrando que Serbia retrocediera y se volcara en defensa, superada constantemente por la creatividad de Yamal, quien se convirtió en el protagonista del encuentro.
Era el momento de sellar el triunfo, pero la falta de precisión y un poco de fortuna fueron la diferencia en los momentos clave.
Yamal, mostrando astucia, generó una falta que preparó el gol para Carvajal, quien falló en su remate. A lo largo del partido, España se fue asentando, aunque siempre distante del arco rival y con un único sprint efectivo por parte de Pavlovic que careció de finalización.
Las dificultades para convertir centros laterales se hicieron evidentes, mientras que la precisión en el toque mejoraba, pero faltó un remate lejano, y aunque se rondó el gol, no se concretó.
Un cabezazo de Le Normand tras un córner y un potente tiro libre de Grimaldo que fue salvado magistralmente por Rajkovic, fueron algunas de las ocasiones perdidas. Yamal, muy cerca de abrir el marcador, se encontró con una intervención impresionante.
La entrada de Joselu aportó más opciones en la delantera, pero el encuentro finalizó con remates que no pudieron concretarse y una reclamo de penalti que no fue escuchado.