Después de 25 años de espera, el caso de Dhilan Randal Mercado González, un niño de 4 años que fue encontrado sin vida en un contenedor de basura en Aguascalientes en noviembre de 1999, ha llegado a su resolución. Su madre y padrastro han sido identificados como los responsables de este cruel asesinato.
El 5 de enero, las autoridades de Quintana Roo detuvieron a los presuntos culpables, Francisco Javier ‘N’ y Liliana Lucero ‘N’, en el municipio de Othon P. Blanco. Esta captura fue resultado de una colaboración entre la Fiscalía General del Estado y las autoridades de Aguascalientes.
Ambos enfrentan cargos por homicidio doloso calificado con ventaja y brutal ferocidad, en un caso que ha causado gran conmoción en la sociedad por la brutalidad de los hechos.
Las diligencias legales fueron completadas y los detenidos han sido trasladados a Aguascalientes, ante la autoridad correspondiente. La Fiscalía General destacó la importancia de este caso debido a la violencia involucrada en el homicidio.
¿QUÉ SUCEDIÓ CON DHILAN RANDAL?
Liliana y Francisco Javier eran originarios de Puebla y se mudaron a Zacatecas antes de trasladarse a Teocaltiche, Jalisco, debido a múltiples denuncias por violencia contra el niño. El 12 de noviembre de 1999, después de una discusión, Francisco Javier golpeó a Dhilan hasta quitarle la vida.
Posteriormente, el menor fue envuelto en cobijas y puesto en una caja de cartón, que su agresor dejó en un contenedor de basura en Aguascalientes. Tras cometer el crimen, la pareja huyó y se escondió en varias localidades antes de asentarse en Chetumal.
El cuerpo de Dhilan fue descubierto por un recolector de basura en el contenedor donde fue abandonado. Las autoridades relataron que los culpables cambiaron de identidad para no ser localizados.
Este caso conocido como el ‘niño del contenedor’ tuvo un impacto significativo, ya que la pareja acumulaba varias denuncias por maltrato infantil en el sistema de protección a la infancia.
IMPACTO CULTURAL
La historia de Dhilan resonó a nivel nacional, especialmente cuando fue presentada en un programa de televisión en 2001 que buscaba justicia para el menor y llamaba a la identificación de los responsables del crimen.
Tras la difusión del programa, la abuela materna de Dhilan lo identificó, y se confirmó su identidad a través de una prueba de ADN. Después de cuatro años, se revelaron los detalles de la causa de muerte del niño, que incluía traumatismo craneoencefálico y otras lesiones graves.
De manera no oficial, se sugiere que la captura de los responsables fue facilitada por las terapias psicológicas a las que asistió Liliana, donde finalmente confesó información relacionada con el crimen.