Un grupo de turistas originarios de Coahuila vivió una experiencia angustiante en la autopista Durango-Mazatlán, donde fueron forzados a descender de tres autobuses por hombres armados. Este alarmante episodio tuvo lugar en la frontera entre Durango y Sinaloa, cerca del poblado Chavarría Nuevo, mientras los viajeros se dirigían hacia el popular destino turístico de Mazatlán.
Los turistas, en su mayoría familias y grupos de amigos, se encontraron atrapados en un bloqueo armado a la altura del túnel El Sinaloa. En el lugar, hallaron camiones incendiados y los cuerpos sin vida de dos hombres, lo que generó una profunda inquietud entre los presentes.
Afortunadamente, tras el desalojamiento, los viajeros recibieron apoyo de los habitantes locales, quienes les ofrecieron refugio en sus hogares y en salones comunitarios. Se reporta que algunos turistas se encuentran resguardados en una escuela local, donde reciben alimentación y asistencia básica, garantizando su seguridad temporal.
Se informó que de los tres autobuses implicados en el incidente, solo dos fueron incendiados, mientras que el paradero del tercero sigue siendo un misterio. Los viajeros están alarmados por la situación de sus pertenencias, que permanecen en los vehículos. Muchos de ellos están varados en la zona, sin claridad sobre cuándo podrán regresar a Coahuila o si podrán reanudar su viaje hacia Mazatlán.
Este incidente se produce en un contexto de creciente violencia en la región, en el que un reciente enfrentamiento entre grupos delictivos en el municipio de Concordia, Sinaloa, dejó un saldo de siete muertos. Además, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) estatal reportó el descubrimiento de una fosa clandestina con tres cuerpos masculinos en la misma área. En Culiacán, se encontró a un hombre herido, quien había sido secuestrado días antes, lo que resalta aún más la inseguridad en la región.
En Mazatlán, la situación se torna crítica con la desaparición de un policía municipal, capturado por un grupo armado en un centro nocturno. Este hecho ha elevado la preocupación entre residentes y visitantes, quienes sienten la creciente inseguridad en la zona.
Los turistas afectados por el cierre de la autopista expresan su inquietud sobre cuándo podrán reanudar su viaje. A través de mensajes, algunos mencionan: “No llega nadie. Nos bajaron a todos”, mientras la fila de vehículos varados se extiende a lo largo de kilómetros, dejando a muchos en la incertidumbre ante la situación en la autopista Durango-Mazatlán.