La esperada pelea entre Saúl “Canelo” Álvarez y Edgar Berlanga cumplió con todas las expectativas este sábado 14 de septiembre en la T-Mobile Arena de Las Vegas.
Este enfrentamiento, que sumó un nuevo capítulo a la histórica rivalidad entre México y Puerto Rico en la boxeo, mantuvo a los fanáticos al borde de sus asientos. Canelo se impuso de manera dominante por decisión unánime, reteniendo sus títulos mundiales de peso supermediano de la AMB, OMB y CMB.
Desde el primer campanazo, el mexicano tomó la iniciativa, siempre avanzando ante un Berlanga que trató de contener la ofensiva. Aunque Canelo no pudo cumplir su promesa de nocaut, logró una clara victoria en las tarjetas: 117-110, 118-109 y 118-109, demostrando su superioridad técnica.
El inicio fue cauteloso, con ambos boxeadores midiendo sus movimientos. Sin embargo, el rumbo de la pelea cambió en el tercer asalto cuando Berlanga cometió un error al bajar la guardia derecha, permitiendo a Canelo conectar un poderoso gancho de izquierda que envió al boricua a la lona. Aunque Berlanga se levantó rápidamente, ese golpe fue un punto de inflexión, impulsando a Canelo a mostrarse más agresivo.
Tras este golpe, Canelo tomó control del ring con total confianza, esquivando los intentos de Berlanga por regresar al combate. En su desesperación, el puertorriqueño intentó desestabilizar a Álvarez con golpes bajos y maniobras antideportivas, pero el campeón mexicano mantuvo la compostura y continuó lanzando jabs y uppers con precisión.
A pesar de no lograr el nocaut, la batalla llegó a las tarjetas, y Álvarez fue declarado vencedor, reafirmando su estatus como rey de la división supermediana a sus 34 años. Berlanga, demostrando valentía, fue superado por la experiencia y el talento de uno de los mejores boxeadores del mundo.
La T-Mobile Arena, predominantemente llena de fanáticos mexicanos, celebró con entusiasmo la victoria de su ídolo, en lo que se convirtió en otra noche memorable para el boxeo.