La Policía Municipal y de Tránsito llevaron a cabo un importante operativo en la Gran Plaza para abordar el problema del ruido excesivo causado por motocicletas. Como resultado, se confiscó un total de 11 motocicletas y sus propietarios fueron llevados ante el Juez Calificador debido a la falta de casco y documentación, así como la presencia de conductores menores de edad.
De acuerdo con la Dirección de Seguridad Pública Municipal, se registraron numerosas quejas durante la tarde-noche del domingo sobre el ruido generado por los motociclistas que se congregan en esta área de la ciudad. Al intervenir, los oficiales comunicaron a los motociclistas las inquietudes de la comunidad y solicitaron la revisión de cada moto, así como de las licencias y cascos de seguridad obligatorios por ley.
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Dado que muchos motociclistas no contaban con licencia ni casco, y algunos eran menores de edad, las autoridades optaron por asegurar las motocicletas y trasladarlas al corralón.
Mientras tanto, los motociclistas confiscados fueron llevados a las celdas y quedaron a disposición del Juez Calificador por infracciones administrativas. Los menores de edad fueron trasladados para que sus padres se presenten en las oficinas correspondientes, donde se llevarán a cabo las advertencias y multas pertinentes.