Chalco, México. Las aguas negras han estado estancadas por más de dos semanas debido a las constantes lluvias y la falla del colector Solidaridad. Esta situación ha transformado decenas de viviendas en focos de olor nauseabundo, privando a los habitantes de dormir y comer a causa del fétido aroma que persiste las 24 horas del día. La vida aquí ha dejado de ser viable; los residentes no pueden bañarse ni usar el sanitario, ya que el agua no se evacua y brota por las coladeras, inundando 600 casas en las colonias Culturas de México y Jacalones.
La anegación ha cumplido 16 días, lo que ha llevado a los residentes de estas comunidades a perder la paciencia con las autoridades locales. Además, durante este tiempo han carecido del servicio de recolección de basura, según denuncias de los afectados.
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Por tercera ocasión, los habitantes protestaron y solicitaron ayuda al presidente Andrés Manuel López Obrador y a la virtual mandataria electa, Claudia Sheinbaum Pardo, pidiendo que visiten la zona crítica.
La crisis se torna una tragedia; el agua no disminuye, e incluso ha aumentado tras las últimas tormentas, afectando más de 20 calles y la propia avenida Solidaridad, donde se construye el Trolebús Santa Martha-Chalco.
Entre llantos, Lizeth Martínez López, vecina de la calle Tlaxcaltecas, denuncia que la situación ha superado la capacidad de respuesta de las autoridades locales y del Estado de México. Ella clama por apoyo: ¿A qué correspondemos, a vivir así, entre la basura? ¡No podemos seguir así! expresa visiblemente angustiada.
LA SITUACIÓN ES DEVASTADORA, NO PODEMOS NI COMER
“Pedimos a nuestros líderes que vengan a vernos. Es un grito de auxilio, hemos sido devastados, no podemos ni comer”.
“Es injusto que continúen en esta situación. La delegada y el alcalde Miguel Gutiérrez no hacen nada. Llevamos 16 días en esta podredumbre. ¿Es esto justo? ¡Necesitamos dignidad!”.
María Rebollar, habitante de la calle Mexicas y gravemente afectada, compró una pantalonera de hule para poder salir, ya que la Cruz Roja y bomberos ofrecen lanchas como medio de transporte.
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“La calma se ha agotado; no nos dicen nada sobre la solución. Si no pueden ayudarnos, al menos que resuelvan esta situación urgente. Necesitamos que saquen el agua, porque volverá a llover”.
José Flores Moreno, también residente de la calle Mexicas, se pregunta por qué las autoridades no los escuchan. Lucha día y noche con una bomba para desaguar su hogar, pero el líquido vuelve a entrar.
A pesar de los constantes esfuerzos, el hombre sigue lidiando con el aguas contaminadas. El Estado de México está completamente inundado; la situación empeora. Las autoridades, incluyendo a la gobernadora Delfina Gómez, han venido pero su visita no ha solucionado nada.
La gente protestó nuevamente y detuvieron el paso de los camiones de succión, exigiendo la intervención de autoridades federales.
DIFICULTADES EN LA ELIMINACIÓN DE AGUAS NEGRAS
El coordinador general de Protección Civil y Gestión Integral del Riesgo estatal, abordó la complejidad y gravedad de la crisis en la zona, destacando que la línea principal del colector Solidaridad presenta una inclinación de 3 metros, afectando el flujo hacia el canal Río La Compañía. Este desnivel se debe al asentamiento del suelo, lo que requiere una solución especializada para el desalojo del líquido.
El problema se agrava por la fractura de la línea principal y la presencia de varios tapones de basura. Es imposible romper la red para retirarlos, ya que el problema se encuentra bajo las viviendas en el Callejón de las Madres Solteras. Actualmente, se están extrayendo hasta 700 litros por segundo, y se espera la llegada de una manguera adicional que permitirá aumentar esta capacidad.
Se están utilizando equipos especiales, así como 17 camiones de succión para enfrentar la crisis. La Comisión Nacional del Agua también ha informado que enviará apoyo adicional.
Por su parte, el Ejército ha implementado el Plan DN III para auxiliar a la población afectada, y brigadas de la Marina han llegado para ayudar. La sociedad civil también ha respondido, organizando recolecciones de víveres, ropa y cobijas, dado que muchos lo han perdido todo.
Mientras tanto, en la zona afectada, que comprende alrededor de 20 calles, la lluvia continuaba a partir de la tarde.
